Solo teníamos las reseñas en francés y el idioma nos jugó una mala pasada. Nos equivocamos en el camino de bajada al cañón y cuando nos dimos cuenta, nos habíamos pasado la entrada. De lejos se veía esta cascada y el agua nos engañó. Al llegar a la cascada nos encontramos una presa que desviaba todo el agua. La cascada seguía casi seca y poco a poco se iba alimentando de surgencias y aportaciones de agua de torrenteras.
Descendimos por lo que parecía que sería el barranco hasta que después de unos 45 min. de destrepes guarros y muy resbaladizos encontramos el camino por donde teníamos que aparecer para empezar el barranco con más interés, aunque la primera parte no mucho.
La segunda parte más interesante.
Laia.
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