Llegamos al parking sobre las 11:00 y nos calzamos las botas de montaña, y la mochila, y ale a caminar, a los 20 minutos ya empezamos a encontrar nieve, que fue en aumento según subíamos, pero sin llegar a dificultar el paso, habíamos cargado los grampones por si acaso pero no hicieron falta.
El camino discurre entre pinos, puentes y alguno tres miles, como “ El Perdiguero”.
Uno de los puntos de obligada parada es “La Gorga de los Galantes”, barranco que nos falta por hacer, y esperamos bajar este verano, abierto recientemente y considerado de aguas vivas.
Zona del Perdiguero.
Último tramo de bosque.
Llegando al refugio.
Matando las horas hasta la cena, no juguéis nunca con David al parchis, siempre gana.
Pues resulta que a los 5 minutos entro en la habitación el extraño que había dormido fuera, y resulto ser José Antonio, hermano de Juan, para flipar había llegado al parking a las 9 de la noche, había subido el camino de noche, y como tenia un saco invernal nuevo decidió probarlo durmiendo fuera del refugio, esto es un montañero de verdad y no nosotros.
Bajando con el visitante sorpresa.
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